Un día llegó un cliente y me dijo “Rafa, quiero que me hagas tú la cocina, pero que sepas que es un reto. El espacio del que dispones es pequeño, pero la quiero negra y que se vea luminosa y espaciosa”
Dicho y hecho, nos pusimos a trabajar en la cocina-reto, que era como la llamábamos internamente.
Normalmente, cuando nos piden una cocina negra, es porque los clientes disponen de un gran espacio y luminoso para su ubicación.
Pero una cocina puede ser negra, pequeña y luminosa. ¿por qué no? A continuación, algunos tips.
Luz natural
Lo ideal en estos casos, es contar con espacios con luz natural. Aunque el espacio que tengamos sea pequeño, la luz natural nos dará mayor sensación de amplitud. Si no tienes una buena fuente de luz natural, contrata un buen proyecto de iluminación.
Imagen: www.santos.es
Madera y negro
Combina la madera con el negro. Ya sea tu cocina rústica o moderna, es una apuesta segura. Siempre que combinemos el negro con la madera natural, nos aportará más luminosidad que una cocina totalmente negra.
Combínala con blanco
Si te gusta, añádele blanco a tu composición. Este color es como un foco, que atrae a la luz.
¿Y con gris?
Si no te atreves con el contraste negro y blanco, prueba con cambiar el blanco por el gris. Una combinación muy elegante que aporta un toque sutil de luminosidad.
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Negro y dorado
Añadiendo el dorado a esta composición puede que no le des más luz, pero le darás un toque de sofisticación que será la envidia del vecindario 😉
¿Muebles altos? ¿Muebles bajos? Combínalos
Intenta, dentro de lo posible, que los muebles no lleguen al techo. Combina muebles altos con muebles bajos para dar amplitud visual.
Cocinas con isla y totalmente abiertas al salón
Con esta opción, al tener un campo visual más grande, la sensación también es la de amplitud.
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Con todo lo que sabes ahora, seguro que no te da tanto miedo plantear la opción de una cocina negra en tu nueva casa ¿te atreves?