En este proyecto, nuestros clientes buscaban reformar un espacio antiguo en una cocina limpia, moderna y luminosa, con el fin de revalorizar la estancia.
Al tratarse de una sala de pequeñas dimensiones, uno de los principales retos fue la distribución de los elementos para optimizar el espacio lo máximo posible. Esto se logró a través de diversas estrategias.
En primer lugar, se evitaron los muebles esquineros, que generalmente nos dificultan tener acceso a lo que está almacenado en ellos y el aprovechamiento del espacio, al invadir unos 30 centímetros a cada lado.
Además, también fue clave la integración de los electrodomésticos en una columna, con un horno y un micro (que previamente estaba bajo la placa) y, al lado, un superponible arriba de la combi. Las medidas y la estructura de la cocina hicieron que la instalación de esta zona de columna tuviera cierta complicación, pero finalmente se logró instalar con éxito.
En cuanto al material, en este caso se ha utilizado el acabado básico de Santos blanco Innsbruck. Los frentes de 13mm en DM y sin tiradores le dan un toque minimalista y limpio. Esto implica una gran calidad y resistencia. Además, se ha usado un acabado en tablero marino para todos los muebles de agua, de forma que no se estropeen por el contacto con el líquido.
Otro punto a destacar es el uso de gavetas en los muebles de puerta, lo que facilita el orden y que todo esté más accesible. También resulta clave que el lavavajillas y la campana de extracción estén integradas, de forma que sean imperceptibles. Gracias a esto y al uso de pulsadores para la apertura de mobiliario, el resultado es una cocina muy limpia, estética, moderna y funcional.
Recuerda que puedes contactar con nuestro equipo para tu diseño de cocina.