Los clientes nos visitaron con un proyecto de construcción nueva.
En su programa de necesidades nos hablaban de un espacio amplio, diáfano y con gran capacidad de almacenaje.
Querían poder disfrutar de un ambiente ergonómico, versátil, con una zona de desayuno, una zona de preparación de alimentos y una zona comedor diferenciadas pero a la vez integrados, con continuidad y armonía en todos y cada uno de los espacios.
Querían un ambiente que aportase serenidad, de líneas rectas y espacios limpios. Unidos, pero a la vez diferenciados. Colores neutros, materiales nobles, con contrastes perfectamente ensamblados.
Querían un lugar con alma.
Hicimos varias propuestas iniciales, teniendo en cuenta la demanda de los clientes, la intensidad de la luz y los diferentes materiales con los que podíamos trabajar.
La propuesta les enamoró.
Hoy en día disfrutan de un lugar que se diseñó para ser vivido, para compartir momentos con familiares y amigos, para a permanecer en él y disfrutarlo.